Aspectos Médico-Legales de la Parálisis Cerebral Infantil
Durante décadas se ha culpado al parto, especialmente vaginal, como el responsable principal de los casos de parálisis cerebral infantil (PCI). Esto ha desencadenado gran cantidad de juicios y prejuicios al respecto, en los cuáles el personal médico encargado de la atención de partos con una evolución desfavorable que llevó a una PCI, ha sido criticado, desacreditado y enjuiciado en forma draconiana, por la sociedad, los padres, jueces e incluso por el mismo grupo médico. Todo a raíz de que, todavía en la actualidad, la mayoría de la población, incluyendo muchos médicos, cree que la “asfixia intraparto” es la causa más importante de la PCI. Por otro lado se ha creído que el cuidado perinatal sería capaz de prevenir esta asfixia y por lo tanto la PCI. Estos dos conceptos no tienen un fundamento real a la luz de las investigaciones actuales, principalmente epidemiológicas. A tal extremo se han llevado las cosas que en algunos partes de EEUU (el paraíso de las demandas) se ha considerado que deficiencias en el desarrollo intelectual de aparición tardía, por ejemplo en la adolescencia, podrían ser atribuibles a un parto dificultoso. De tal forma que un médico que atendiera este tipo de partos, tendría que esperarse al menos 18 años para quedar liberado de cualquier responsabilidad.
La pregunta que plantea la periodista Larissa Minsky, en Proa ¿accidental o congénito?, trae a la mesa de discusión la problemática de la PCI. Discusión que en nuestro país no se ha tomado con la seriedad que la situación amerita. Diversos países, entre ellos Australia, Irlanda, Japón, Canadá, han realizado investigaciones, foros y consensos con respecto a la PCI, lo que ha llevado a una aproximación más objetiva de las dimensiones reales del problema. Argentina, en el 2000, realizó un “Consenso sobre la PCI: Rol del cuidado perinatal”. El grupo de trabajo estuvo representado por nueve asociaciones científicas que incluyeron obstetras, ginecólogos, perinatólogos, enfermeras obstétricas, pediatras y traumatólogos. Los aspectos relevantes de este consenso son:
- Los dos principales objetivos que el consenso persigue es, primero difundir información actualizada sobre las causas de PCI y segundo, poner en perspectiva el rol del cuidado perinatal en su posible prevención.
- Se determinó, de acuerdo a las investigaciones realizadas principalmente en países europeos, que la incidencia está alrededor de 2 a 2.5 por mil nacidos vivos.
- En los países latinoamericanos se desconoce la incidencia.
- A pesar de la introducción de nuevas tecnologías diagnósticas en el cuidado perinatal, como el monitoreo pre e intraparto, ultrasonografía, amniocentesis genética, entre otras, la tasa de PCI se ha mantenido estable y más aún en algunos países se ha incrementado debido al aumento de la sobrevida de recién nacidos de alto riesgo, especialmente los de los de muy bajo peso.
- Las causas de la PCI son múltiples y en la mayoría de los casos no es posible determinarla.
- La investigación actual sobre las causas de Parálisis Cerebral sugiere que en un granporcentaje de los niños afectados de Parálisis Cerebral nacidos de un embarazo de término, el origen de su problema fue anteparto.
- Se ha considerado, a través de investigaciones mejor diseñadas como en Australia, que la incidencia de PCI relacionada a problemas del parto es como máximo de un 8 a 10%, y que en la mayoría de los casos el cuidado obstétrico no podría haberlos prevenido.
- No está claro el papel de la llamada “asfixia intraparto” en la etiología de la PCI.
- El monitoreo fetal intraparto que ha sido utilizado tan frecuentemente en los procesos judiciales para probar la presencia de asfixia intraparto, es un marcador poco confiable.
- Pese a las mejoras en la calidad del cuidado perinatal y a un aumento en el porcentaje de cesáreas, las tasas de Parálisis Cerebral han permanecido estables en los últimos 40 años.
- Concluye el consenso: “En el estado actual de los conocimientos médicos la Parálisis Cerebral es de difícil prevención. La asfixia perinatal no es la causa principal de Parálisis Cerebral”.
Tomando en consideración los aspectos mencionados, cuando se analiza una situación de un mal resultado perinatal, como lo son la asfixia intraparto, PCI e incluso muerte fetal o neonatal, deben tomarse en cuenta todos los elementos disponibles incluyendo los antecedentes preconcepcionales y los eventos prenatales, y no solamente, como con mucha frecuencia ocurre, el parto como suceso único y posible origen del problema. La mayoría de los análisis periciales oficiales giran únicamente alrededor de los eventos del parto sin tomar en cuenta los aspectos previos e incluso en no pocas ocasiones se concluye en forma muy simplista que con la realización de una operación cesárea se habría prevenido la situación.
Antes de establecer un juicio “a priori”, deberíamos indagar, tanto obstetras, pediatras, enfermeras, peritos y fiscales, todos los aspectos que pudieran haber estado involucrados en esta problemática, llegando incluso a la conclusión, como lo indican investigaciones actuales, que no hay causas demostrables. Reconocer la ignorancia de un problema, es el primer paso para eventualmente encontrarle solución.
Por último, insto respetuosamente a las principales entidades involucradas en nuestro país, a saber, Asociación de Obstetricia y Ginecología, Asociación de Perinatología, Asociación de Neonatología, Colegio de Enfermeras, Colegio de Médicos, Asociación de Medicina Legal y Asociación de Derecho Médico, para que realicemos una discusión amplia y abierta de tal manera que podamos también tener nuestro propio consenso.
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